La oposición mostrada por Rusia a la propuesta de creación de una reserva marina en la Antártida ha impedido que esta medida se lleve a cabo.

Sin embargo, la buena noticia es que, por primera vez, China ha mostrado su apoyo a la propuesta en la reunión anual de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos.

"A diferencia de otros años en que nos hemos ido con las manos vacías, nos vamos con el compromiso de China", afirmaba Rodolfo Werner, asesor de la Pew Charitable Trusts y de la Coalición Antártica y del Mar Meridional.

El cambio de opinión de China se debe a que "se han hecho algunas modificaciones a la propuesta para incluir temas que son de importancia para China, como el permitir la pesca de investigación de krill en un área que antes no estaba permitido", apostillaba Werner.

En la reunión de 2016 se espera que se puedan superar todas las objeciones de Rusia, un país que captura grandes cantidades de merluza negra en el mar de Ross, y poder crear una gran reserva marina en esa zona.

Los debates de esta reunión incluyeron una propuesta de Estados Unidos y Nueva Zelanda para crear una reserva de 1,5 millones de kilómetros en el Mar de Ross. Una medida que se sumó a la presentada por Australia, Francia y la Unión Europea que pretende crear una reserva de un millón de kilómetros cuadrados en las aguas orientales de la Antártida.

El océano Austral alberga la mayor comunidad mundial de pingüinos, ballenas, aves marinas, calamares gigantes y bacalao austral, el principal interés de las compañías pesqueras que operan en esas aguas.