Las playas mediterráneas están sufriendo en los últimos tiempos una "realimentación porque la urbanización y la construcción de paseos marítimos o puertos, han hecho posible la modificación del litoral, y han ido vaciando las costas de arena.

Además de la pérdida de arenales, la presión urbanística en la costa ha hecho posible la incapacidad de las playas de regenerarse de forma natural después de los temporales que azotan en invierno, afirman.

En la actualidad, la realimentación de las playas suele realizarse con arena o piedras traídas desde un yacimiento submarino o de una cantera terrestre. Traerlas a otras orillas supone un elevado gasto público que, además, no está dando buen resultado, según Ecologistas en Acción.

La campaña 'El velero Diosa Maat en Acción' enmascara esta denuncia, donde se advierte que esa realimentación de las playas como por ejemplo en Granada, ha supuesto un gasto de 10 millones de euros en los últimos 10 años, según datos de la organización, y afirman que es necesario y urgente acabar con esta manera de sobreexplotar la costa debido al derroche de recursos económicos y la destrucción del medio ambiente.