Durante el verano, la radiación solar calienta intensamente la superficie terrestre, lo que a su vez calienta el aire en la zona baja de la atmósfera. Este aire caliente, que es menos denso, tiende a elevarse hacia las capas superiores de la atmósfera. Al subir, el aire caliente se enfría y, si la temperatura desciende lo suficiente, puede condensarse en nubes que, al continuar el proceso, generan lluvias, tormentas eléctricas, granizo e incluso tornados.

Para que se forme una tormenta, es fundamental que exista una diferencia significativa de temperatura entre las capas bajas y altas de la atmósfera. Esta diferencia de temperatura genera lo que se conoce como "inestabilidad atmosférica", una condición en la que el aire caliente asciende rápidamente, provocando la formación de nubes cumulonimbos, que son las responsables de las tormentas intensas.

¿Qué causa el relámpago más fuerte de la Tierra?
¿Qué causa el relámpago más fuerte de la Tierra? | Pexels

Es esencial que en las capas altas de la atmósfera haya aire frío. Este contraste entre el aire caliente en las capas bajas y el aire frío en las capas altas es lo que facilita la formación de tormentas. Si las capas altas también estuvieran calientes, no habría el contraste necesario, y la tormenta no se formaría. El terreno montañoso también juega un papel crucial en la formación de tormentas. Cuando el aire en movimiento se encuentra con una montaña, tiene varias opciones: rodearla, pasar a través de algún hueco o ascender por su ladera. Este ascenso forzado del aire caliente puede desencadenar la formación de nubes y tormentas, lo que explica por qué las regiones montañosas suelen experimentar más tormentas en verano.

En resumen, las tormentas de verano son el resultado de la interacción entre el calor acumulado en las capas bajas de la atmósfera, la inestabilidad atmosférica debida al contraste de temperaturas entre las capas bajas y altas, y la influencia del relieve terrestre. Estos factores combinados pueden llevar a la aparición de tormentas intensas, con lluvias torrenciales, granizo y actividad eléctrica.