El derretimiento de los glaciares a causa del cambio climático supone una grave amenaza de inundaciones y desastres naturales que podría hacer desaparecer especies y dificultar el acceso al agua natural además de los daños que causaría a las poblaciones que habitan regiones montañosas. Y es que 1.200 millones de personas viven en aldeas aledañas, de las que al menos la mitad sufren hambre crónica y viven en extrema pobreza.
María Rosa Cárdenas, portavoz del programa "Hombre y Biósfera" aseguró que el deshielo agrava la situación de estas personas puesto que la pérdida de masa glaciar origina nuevos lagos con un gran volumen de agua procedente de glaciares derretidos, que de un momento a otro pueden rebalsar y generar grandes daños por inundaciones repentinas.
Este programa, perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura presentó en Lima durante el COP20 una serie de imágenes de satélite donde se mostraba el estado de los glaciares en el mundo como consecuencia del cambio climático.
Es preocupante el caso de los glaciares tropicales donde se ha observado un retroceso importante, concretamente el nevado Quellcaya, de la región peruana de Cuzco, donde su principal glaciar Kori Kari retrocedió 1,2 kilómetros de 1978 a 2008.
Cárdenas concluyó que “hay glaciares que en 10 años retrocedieron 1 ó 2 kilómetros, pero en otros glaciares podemos ver un retroceso mucho más grande en 50 años." Es difícil hablar de lo que ocurre a nivel mundial y de cuantos kilómetros de masa glaciar están desapareciendo ya que según aseguró la portavoz "ni a nivel mundial ni regional podemos dar un número exacto”.
PROVOCARÍA INUNDACIONES Y DESASTRES NATURALES
PROVOCARÍA INUNDACIONES Y DESASTRES NATURALES
La pérdida de masa glaciar, uno de los efectos más graves del cambio climático
La disminución de los glaciares es uno de los efectos más preocupantes del cambio climático. La pérdida de masa glaciar podría empeorar las condiciones de vida de millones de personas que habitan en regiones montañosas. Desde 1992, se han perdido 83.000 millones de toneladas de hielo en el mar de Amundsen en el oreste de la Antártida, mientras que en la Cordillera Blanca de Perú la disminución fue de un 22% entre los años 1970 y 2003.