Comenzando por el continente asiático, China sigue experimentando la intensidad de una ola de calor que ha batido récords en algunas áreas, como en la ciudad de Turpan, al noroeste, que registró una máxima histórica de 52,2 grados, la más alta jamás documentada en esa zona, y 80 grados en la superficie terrestre de la Montaña de las Llamas (Huoyanshan, en mandarín), un destacado destino turístico. En cambio, el sur de china ha experimentado recientemente inundaciones debido a las fuertes lluvias.
En la Europa Mediterránea y buena parte del centro del continente Caronte, el anticiclón que ha sembrado alertas y aire caliente, ha llegado a Italia, donde se alcanzarán hasta 45 grados en algunas partes del país, con 23 ciudades en aviso rojo. La capital de Roma, pulverizó el pasado martes un récord histórico con 41 grados.
Por otra parte, desde este jueves aumentará la nubosidad y bajarán las temperaturas en las regiones de Liguria y Piamonte, en el noroeste de Italia, así como en las zonas alpinas y prealpinas donde se prevén chubascos y tormentas por la tarde, según los partes meteorológicos.
En España, la primera mitad de julio ha sido la tercera más cálida desde que hay registros, sólo superada por el mismo periodo de tiempo de 2022 y 2015, con temperaturas localmente superiores a los 45 grados, como los 45,4 grados registrados en Figueres, en la provincia de Gerona.
Este miércoles, además, las temperaturas serán aún muy altas en amplias zonas del país, especialmente en los tercios este y sur de la península y también en las Islas Baleares.
Nueve departamentos de la fachada mediterránea se mantienen este miércoles en alerta naranja por altas temperaturas, incluida la isla de Córcega, tras los varios récords que se alcanzaron este martes y la previsión de que los termómetros no bajen de los 22 a 26 grados.
En su página web, Météo Franceindicó que las temperaturas superarán los 35 grados y alcanzarán con frecuencia los 36-38, y hasta los 40 en el Var, en nueve departamentos franceses, entre los que se encuentran las ciudades de Marsella, Niza y Tolón, al este de la costa mediterránea francesa.
Al otro lado del globo, en Estados Unidos, donde casi cien millones de personas siguen bajo alerta por máximas extremas, sobre todo en el sur del país, no cede el calor de momento.
Phoenix, Arizona, llegó este martes a un nuevo récord, tras 19 días consecutivos con el mercurio por encima de los 43º C (110 Fahrenheit) y sin alivio en el pronóstico porque el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) vaticina una máxima de 46,6 grados Celsius (112 F), la más alta registrada desde 1989.
Desde California a Arizona, Nuevo México, la región central de Texas y el nordeste de Tennessee, las máximas diurnas y las mínimas nocturnas permanecerán excepcionalmente altas, de tal modo que el NWS emitió ayer una alerta de calor excesivo con amenaza significativa a la propiedad o la vida en 17 condados de Texas, incluido Dallas.
Por otra parte, el NWS alertó en la otra mitad del país, sobre la calidad del aire afectada por los incendios forestales en Canadá que siguen enviando humo a partes del norte de las Grandes Planicies, el medio oeste y nordeste del país y los Grandes Lagos.
Todo ello en una semana en la que se registró una temperatura máxima histórica de 24,8º C en la región ártica de Canadá, casi cuatro grados más que el anterior récord establecido en 1989, país en el que precisamente siguen activos 922 incendios forestales, de los más de 4.200 fuegos que han quemado la cifra récord de 10,9 millones de hectáreas (109.000 kilómetros cuadrados de bosque).
Grecia también combate por tercer día consecutivo varios incendios forestales a las afueras de Atenas, en medio de altas temperaturas y fuertes vientos que dificultan las operaciones de extinción, lo que ha provocado la quema miles de hectáreas de bosques, decenas de casas y pertenencias y la evacuación de miles de personas.
Unos 250 bomberos con 75 vehículos, 5 aviones y 8 helicópteros cisterna luchan contra las llamas para que estas no alcancen por segundo día consecutivo zonas pobladas, mientras que las imágenes que difunden los medios locales son devastadoras, ya que decenas de casas en varias localidades al oeste de la capital han sido completamente destruidas.