Cada segundo más de 200 kilos de plástico son vertidos en los mares y océanos del mundo, adonde van a parar más de 8 millones de toneladas al año, según el estudio "Plásticos en el pescado y el marisco", elaborado por Greenpeace.
Este informe asegura que hoy día existe una cantidad indeterminada pero muy elevada -entre 5 y 50 billones- de fragmentos de plástico en estas aguas y eso "sin incluir los trozos depositados en el fondo marino o en las playas".
Algunos de estos residuos pueden degradarse y desaparecer en apenas seis meses pero otros tardarán "varios cientos de años". Además, los expertos de la organización ecologista calculan que de aquí a 2020 el ritmo de producción de plásticos aumentará "hasta un 900% respecto a las cifras del año 1980" con cantidades superiores a los 50 millones de toneladas anuales. La mitad de este incremento, advierten, "se producirá en el curso de la última década".
¿Cómo llega todo esto a los océanos? Por varias vías: por residuos que se abandonan y se incorporan a los cauces de los ríos, o se transportan por el viento; por los vertederos mal gestionados y el agua que corre por ellos o residuos que levanta el viento; por residuos que se tiran directamente en zonas costeras; depuradoras infradimensionadas; sistemas de alcantarillado; o también por la propia actividad marítima.
La acumulación de plásticos en el mar "derivados cien por cien de la acción humana" ha generado en los últimos años cinco grandes islas de basura, vertederos ambulantes compuestos por microplásticos concentrados, en los oceános Pacífico, Atlántico e Índico.
El 80% de los desperdicios que llegan al mar se generan en tierra y, de esta cifra, un 15% se queda en la superficie y otro 15% flota bajo el agua mientras que el 70% se acumula en los fondos, por lo que la basura que se ve a simple vista "es la punta del iceberg".
Además de ser un proceso más lento que en tierra, la degradación en el medio marino tiene un impacto ambiental suplementario por la liberación de sustancias tóxicas de los envases que "no forman parte del ciclo natural de nutrientes marinos".
Para llamar la atención sobre este problema, Greenpeace ha lanzado una campaña de dos semanas bajo el título de 'Mejor sin plásticos' en la que un grupo de voluntarios organizará actividades de concienciación por toda la geografía española.
Hasta 20 recogidas de residuos abandonados en ríos, playas y embalses en ciudades como Valencia o Mallorca ayudarán a visibilizar hechos como que gran parte de estos residuos desembocan en los océanos a través de las vías fluviales.
Reforzar las medidas para eliminar el abandono de envases y garantizar su correcto reciclado mediante la puesta en marcha de sistemas de retorno de envases, así como prohibir el uso de microplásticos -los inferiores a 5 milímetros-, son algunas de las peticiones de Greenpeace al Gobierno, dentro de su campaña 'Mejor sin plásticos'.
Otras medidas, en este caso recomendadas a los ciudadanos, pasan por dar prioridad a botellas y envases reutilizables o retornables, sustituir las bolsas plásticas de un solo uso por las de tela, cestas o carros, comprobar que los cosméticos empleados no contengan microplásticos -polietileno, polipropileno y nylon- y evitar artículos con exceso de embalaje.