Esta emprendedora y su equipo, formado por cinco trabajadores a tiempo parcial y otros cinco a tiempo completo, tienen una capacidad de producir unos 1.500 ladrillos cada día y ya han logrado reciclar unas 20 toneladas de desechos plásticos.
Solo en la ciudad de Nairobi se general unas 500 toneladas de plásticos cada día. La idea inicial de este proyecto era juntar los residuos plásticos para vendérselos a empresas de reciclaje locales, pero al acumular más cantidad de la que conseguían vender, decidieon transformar ese plástico en ladrillos más duros que el propio hormigón.
El objetivo final de esta ingeniera es crear un espacio fértil en el que pueda prosperar una economía circular alrededor del plástico al igual que ya sucede con otros materiales como el hierro.
Matee fue reconocida a mediados del pasado mes de diciembre como uno de los siete jóvenes Campeones de la Tierra 2020, premio con el que el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) reconoce la labor de organizaciones, científicos, activistas o emprendedores menores de 30 años, capaces de promover un impacto transformador.
A nivel mundial solo se registra un 9% de todo el plástico generado, según datos de Greenpeace. Este reciclaje no llega al 50% en los países desarrollados.
Kenia destaca por sus prácticas pioneras en protección del medio ambiente como la prohibición del uso de bolsas de plástico en 2017. Sin embargo, los expertos advierten de las consecuencias negativas que puede tener para el país africano un posible acuerdo con Estados Unidos para importar cerca de 500 millones de toneladas de residuos plásticos al año.