Aparentemente, contaminar nuestro planeta no nos ha parecido suficiente. Los científicos calculan que hay más de 300.000 piezas de deshechos en el espacio, desde pequeños tornillos y pernos a partes grandes de cohetes, en su mayoría en órbitas bajas en torno a la Tierra y a gran velocidad. Todo estos restos que flotan a la deriva alrededor de nuestro planeta, amenazan con provocar una "cascada de colisiones" con los demás satélite.
Desde la Escuela de Investigación de Astronomía y Astrofísica (EIAA) de la Universidad Nacional Australiana, los investigadores trabajan en una solución que parece sacada de una película de 'Star Wars': desintegrar la basura espacial desde la Tierra mediante el uso de rayos láser.
Matthew Colless, director de la EIAA, asegura que el proyecto es muy realista y probablemente funcionará en los próximos diez años. "Es importante que sea posible en esa escala porque hay demasiada basura espacial", explicaba Colless a Reuters. "Quizás estemos a sólo un par de décadas de distancia de una cascada catastrófica de colisiones que sacaría a todos nuestros satélites de la órbita baja".
Australia y la NASA, la agencia espacial de Estados Unidos, se han unido en este proyecto para rastrear la basura espacial con un telescopio dotado de láser infrarrojo en el observatorio australiano Monte Stromlo.
El proyecto cuenta con 20 millones de dólares del Gobierno australiano y otros 40 millones en inversión privada con los que el equipo cuenta establecerse como el Centro de Investigación Cooperativa y poder construir mejores láser que permitan rastrear pequeñas piezas de deshechos, importando técnicas de la astronomía usadas para ganar visibilidad en la atmósfera. El objetivo final del proyecto es aumentar el poder del láser para poder desintegrar piezas de basura de forma inocua cuando pasan a la atmósfera exterior. "No hay riesgo de alcanzar un satélite en funcionamiento", dijo Colless. "Realmente no fallamos".