El impacto de los teléfonos móviles en el planeta es cada vez mayor, debido al CO2 emitido por su tiempo de vida útil. Por eso, el estudio 'Alargascencia: beneficios ambientales de alargar la vida útil de teléfonos móviles y portátiles en España', realizado por Amigos de la Tierra, explica que duplicar la vida útil de estos móviles podría llegar a evitar la emisión 28 millones de toneladas de CO2 hasta 2040, lo equivalente a la emisión de 17.000 vehículos privados.
El estudio se ha centrado en calcular el impacto que tendría aumentar la vida útil de los dispositivos móviles en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, ahorro de energía y menor necesidad de minería. Para ello, han realizado un estudio de la duración de los teléfonos y los portátiles, averiguando que los primeros duran a tres años y medio, y los segundos seis. Esto ocurre por la implantación de la obsolescencia programada, la programación de los productos técnicos hecha para que duren un tiempo determinado y el cliente tenga que cambiarlo por otro.
Durante el análisis observaron que por cada año de vida que se añada a un teléfono, el consumo de energía se reducirá en 1.389 gigavatios en los próximos 16 años, lo equivalente al consumo de una ciudad del tamaño de Zaragoza. Todo ello sumado al ahorro de residuos al utilizar los componentes de los smartphones durante más tiempo, incluido el litio de las baterías. Se podría llegar a ahorrar lo equivalente al litio procedente en más de 4.000 baterías de coche eléctrico.
Por su parte, Amigos de la Tierra reclama tomar medidas al respecto, alargar el tiempo de vida útil de los teléfonos y terminar con la obsolescencia programada. Han reclamado al Gobierno y las instituciones llevar a cabo planes que limiten la capacidad empresarial de hacer productos con "fecha de caducidad".