Investigadores de la NASA y otras instituciones describen, en un artículo en la revista 'Cryosphere', la nueva tecnología que utilizaron para estudiar el deshielo en la Antártida y lo que encontraron.
A medida que el planeta continúa calentándose y los humanos siguen bombeando gases de efecto invernadero hacia la atmósfera, los científicos están encontrando cambios climáticos, geográficos y biológicos más profundos. Uno de esos cambios es el derretimiento del hielo en las partes más frías del planeta, incluida la Antártida.
En este nuevo esfuerzo, los investigadores utilizaron lo que describen como tecnología de vanguardia para procesar miles de imágenes de satélites y utilizaron los datos para trazar el movimiento de las capas de hielo con más precisión que otras tecnologías. Las imágenes producidas por el nuevo sistema muestran el movimiento de la capa de hielo usando colores, desde rojos a amarillos, cuanto más claro es el amarillo, más rápido se ve el hielo moverse.
Los investigadores observaron que varias partes de la Antártida occidental están experimentando una aceleración de la pérdida de hielo, en lugar de la pérdida constante de hielo observada en las partes orientales de la Antártida.
En términos prácticos, esto significa que cada año, menos hielo que se derrite en el verano se reemplaza por nieves invernales, dejando menos hielo en total, y el ritmo de este proceso se acelera. También señalan que esto es particularmente alarmante porque investigaciones anteriores han demostrado que gran parte del hielo en la parte occidental de la Antártida es inestable, lo que significa que grandes franjas podrían deslizarse hacia el mar, provocando un aumento dramático y relativamente rápido en los niveles oceánicos mundiales.
Si se va toda la capa de hielo del oeste, señalan además, el mundo podría ver que los niveles del océano aumentan hasta tres metros. Algunas de las áreas identificadas en las nuevas imágenes son las mismas partes de la Antártida occidental que han aparecido en los titulares en los últimos años debido a que se han producido importantes eventos de desmembramiento en los frentes de hielo costero, destacando los cambios que están teniendo lugar.
Un aumento en estos eventos, anotan los investigadores, puede ser problemático, colocando grandes regiones de hielo con un riesgo creciente de fusión.