Con el calentamiento del planeta, las poblaciones de 900 especies de invertebrados que habitan cerca de la Antártica, como las estrellas de mar, han sufrido una importante reducción.
Esta pérdida implicará importantes cambios en la gestión y distribución de los recursos, según los investigadores. Para 2099 pronostican que la región se calentará 0,4 grados, lo que supone que muchas especies únicas en la Antártica cambien su localización para buscar lugares más fríos.
A pesar de esta subida, el estudio señala que este ascenso de la temperatura no será suficiente para que otras especies de continentes más cálidos invadan la Antártica.
La investigación muestra que algunas especies pueden prosperar, por lo menos durante las primeras décadas de calentamiento, mientras que el futuro de algunos invertebrados no está claro porque estas especies no tienen donde nadar o esconderse.
Aunque estas aguas son muy frías, no están aisladas del cambio climático, por lo que se prevé que algunas áreas del fondo marino antártico pueden calentarse hasta 2 grados en los próximos 100 años.