Todo este proyecto, que se está desarrollando en uno de los volcanes de mayor actividad de la Antártida, se está aplicando, además en nuestro país, como el reciente caso en la Isla del Hierro (Canarias).

La base española Gabriel de Castilla está instalada en el cráter de un volcán activo, el Isla Decepción. En 1967 se produjo una de las últimas erupciones que destruyó las bases antárticas de Chile y Reino Unido. Mucho más recientemente, en 1990, el volcán tuvo otra actividad distinta que dejó de nuevo su huella. Este episodio se conoce como la crisis sísmica y durante dos meses se llegaron a registrar hasta 80 terremotos al día.

En la actualidad, en mitad de ese cráter, fondea el buque español Hespérides. Cumpliendo el protocolo del Tratado Polar, científicos y militares esperan a bordo sin poder desembarcar. Aprovechando esta situación, dos sismólogos estudian el volcán durante todo el día. Con este nuevo sistema, el trabajo de los expertos comienza a las tres de la mañana recorriendo el cráter desde fuera, rodeando la isla que forma, y luego todo el espacio interior. Realizan una vigilancia visual exhaustiva para comprobar que el volcán no está entrando en erupción o no lo ha hecho recientemente.

Cinco horas más tarde, bajan a tierra con una serie de estaciones que les permitirán detectar cualquier actividad que pudiera indicar que existe peligro, desde fumarolas a cenizas, señales que indiquen una erupción cercana u otra acción del volcán.

Estos científicos han explicado que hay muchos tipos de fenómenos que ocurren en un volcán activo. De hecho, registran no solo terremotos, sino todo tipo de actividad que puede estar provocada por intrusión de magma, como filtración de agua por deshielo o humareda.

Durante la inspección, también se observan los datos de deformación superficial de la isla, cómo se contrae o se expande dependiendo de su actividad, que se puede ver gracias a la instalación de unos GPS, situados de forma estratégica. Cualquier fenómeno que produce un registro sísmico queda registrado de distinta manera y diferentes ondas. Esta información es recogida en las diversas estaciones de vigilancia.