La demanda fue presentada por la Sociedad Humana Internacional ante un tribunal federal después de saber que la empresa 'Kyodo Senpaku' podría estar planeando cazar ballenas en la Antártida.

En el año 2008, la Sociedad Humana Internacional consiguió que un tribunal austrialiano de ballenas ordenara la detención de la caza de estos animales en un santuario de la Antártida.

La juez explica que esa orden de 2008 se basó en pruebas que indicaban que Kyodo "buscó un beneficio comercial", lo que influyó a la hora de imponer la multa a la compañía nipona, que no ha comparecido en ninguna de las vistas.

"Estoy conforme más allá de la duda razonable de que las acciones de Kyodo encajan dentro de la categoría de al menos desacato deliberado", dijo la juez, Jayne Jagot, en el fallo, el primero bajo la Ley de Protección Ambiental y Conservación de la Biodiversidad de Australia.