El informe señala que la electrificación permitiría reducir hasta 10 millones de litros de combustible. Y, en el caso de España, se podrían reducir 18.800 litros de carburante con las correspondientes 43 toneladas de CO2 del tubo de escape evitables.
Geotabha analizado los datos de los conductores de 1,3 millones de vehículos en siete países durante 12 meses para comprender la viabilidad de la transición de vehículos con motor de combustión interna a vehículos eléctricos en flotas de vehículos ligeros, así como el potencial de ahorro económico y de emisiones de CO2. De esta manera, el estudio desvela que el 43% de los vehículos, turismos y furgonetas de empresas privadas y públicas de España están preparados para ser eléctricos.
Aunque, avisa de que la electrificación puede estar condicionada por diferentes factores. Uno de estos es que los vehículos eléctricos son más adecuados para aquellos conductores que se mueven dentro de una pequeña área geográfica y tienen rutas más predecibles: Así, un 51% de media de estos vehículos podrían pasar al eléctrico con beneficios económicos, en un escenario muy similar al uso diario que se da a los vehículos particulares. Por otro lado, si un vehículo se conduce durante cuatro días a la semana o más, tiene el 60% de posibilidades de ser un vehículo eléctrico adecuado: el factor que más contribuye al TCO de los vehículos eléctricos es su uso, y la mayoría de los ahorros potenciales son el resultado de unos bajos costes de electricidad en comparación con los costes de combustible.
En otras palabras, cuanto más se conduzca un vehículo eléctrico más ahorros en combustible obtendrá. Para aquellos conductores que van diariamente a trabajar en coche, por ejemplo, hay más probabilidades de que un vehículo eléctrico se adapte a sus necesidades en términos de autonomía y ahorro económico, argumenta el estudio. También, al incrementar la vida útil a 10 años, el número de vehículos que se consideran adecuados para la electrificación en Europa sube en 6 puntos de porcentaje: como los vehículos eléctricos tienen menos partes móviles, se entiende que tendrán una mayor vida útil de uso que sus correspondientes vehículos de combustión interna (ICE).
Geotab señala que como la mayoría de los ahorros de costes de un vehículo eléctrico son el resultado de ahorrar en combustible y mantenimiento, ampliar la vida útil de los vehículos mejora la probabilidad de que sean los adecuados para la electrificación. Esto supone que, para aquellos conductores que cambien de coche cada 10 años aproximadamente, hay más probabilidades de que un vehículo eléctrico se adapte a sus necesidades. Asimismo, Geotab indica que los vehículos analizados realizan de media diaria 109 km, por debajo de la autonomía media del vehículo eléctrico.
Es decir, si se permite a los vehículos cargar de manera ocasional durante el día, el número de vehículos con la capacidad de autonomía necesaria para algunos conductores que realizan más distancia de media aumenta. Para aquellos conductores que cuenten con un punto de recarga disponible durante el día, en su lugar de trabajo o en casa, los vehículos eléctricos tendrán más capacidad de autonomía y serán más aptos. Por último Geotab señala en su estudio que, para que un vehículo de sustitución se considere apto para la autonomía, debe poder conducir el 98% de los días de ese año con una sola carga al día.
Este margen del 2% excluye los días de conducción excepcional fuera del uso normal. Para que se considere adecuado, el vehículo eléctrico debe ser a la vez apto en autonomía y económicamente rentable, es decir, tener un coste total de propiedad inferior o igual al de un nuevo modelo con motor de combustión interna.