La historia del 'hombre del hielo' cada vez es más conocida. Su andadura comenzó en 1957 y era toda una aventura ya que tenía ganas de vivir nuevas experiencias y seguir los pasos de grandes exploradores como el noruego Roald Amudsen, cuya expedición alcanzó por primera vez el polo sur o el británico Robert F. Scott, que murió en el continente helado, que antes que ellos habían dejado allí las primeras huellas.
Pero su primer contacto con el hielo y el frío extremo no fue del todo fácil. Durante 1957 vivió en una base aislada del mundo junto a dos compañeros a una altitud de 2.400 metros y soportando temperaturas que podían descender por debajo de los -60 ºC.
Con sus propias manos y la fuerza de sus brazos, cavaron pozos de varios metros de profundidad para medir las variaciones de temperatura y la velocidad del viento.
Gracias a ello, pudieron recoger y analizar al microscopio sus primeros testigos de hielo (muestras cilíndricas) para datar las capas de nieve. Se crean los primeros archivos del hielo y nace una nueva ciencia, la glaciología.
Desde entonces, las técnicas han ido mejorando y en la campaña de 1962 a 1965 en la Antártida oriental cerca de la base francesa Dumont d’Urville, el científico hace su primer gran descubrimiento. Las perforaciones hasta los 200 metros de profundidad permiten rescatar hielo de unos 20.000 años de antigüedad.
En 1984 realizó otras campañas, donde se registró la temperatura del aire más baja, para analizar testigos de hielo extraídas a más de 2.000 metros de profundidad.
Los análisis revelaron 150.000 años de historia del clima y de la composición de nuestra atmósfera. “Pusimos en evidencia por primera vez la relación entre el clima de la Tierra y la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera”, indica Lorius.
En las campañas posteriores se halló hielo de 420.000 años de antigüedad (en 1998) a una profundidad de 3.623 metros y de 800.000 años de antigüedad a una profundidad de 2.871 metros en las perforaciones de Tierra de la Reina Maud en la Antártida oriental en 2004.
Esto es solo un ejemplo de las distintas campañas que Claude ha realizado a lo largo d elos años. Ahora, una película documental 'La glace et le ciel', dirigida por Luc Jacquet y estrenada en Francia el 21 de octubre, es un homenaje a al vida de este hombre y a la de todos los investigadores, ingenieros y matemáticos que han trabajo con él a lo largo de su vida.
"El film permite a la gente alejada de la ciencia comprender mejor el proceso de elaboración del pensamiento científico y muestra la difícil labor de investigar en entornos particularmente hostiles”, explica a Sinc Jérôme Chappellaz, consejero científico de la película, que ayudó al realizador a investigar sobre el personaje y su historia, y a evaluar todo el contenido del programa pedagógico del proyecto. Las investigaciones de Lorius le supusieron el reconocimiento científico internacional.
"Ha recibido los premios más prestigiosos", declara Chappellaz. Sin embargo, el reconocimiento por parte de políticos y público ha sido otra historia. A esto se suma su lucha contra los escépticos del clima. Pero Lorius, hombre apasionado, aventurero, visionario, seductor y todo un líder, a sus 83 años no abandona.'