La iniciativa ha tenido como escenario la cuarta edición de la One Planet Summit, lanzada por primera vez en París en 2017 y que tras pasar por Nueva York en 2018 y por Nairobi en 2019 ha vuelto a la capital francesa haciendo converger esta vez los retos climáticos con la necesidad de preservar los ecosistemas.

El encuentro, celebrado también de forma telemática debido a la pandemia, ha tenido como anfitrión al presidente francés, Emmanuel Macron, y ha estado liderado igualmente por Naciones Unidas y el Banco Mundial.

Acciones concretas

La gravedad de la situación, con un 60 % de los ecosistemas mundiales degradados, según los datos de la cumbre, ha impulsado a los participantes a apoyar metas concretas y a acelerar proyectos ya en marcha.

Entre ellos, la Gran Muralla Verde africana, lanzada en 2007 para crear una banda ininterrumpida de vegetación y tierras cultivadas de Senegal a Yibuti con la que frenar el avance del desierto del Sahara.

La cumbre lanzó además oficialmente la Coalición de Alta Ambición para las Personas y la Naturaleza, promovida por Francia, Costa Rica y el Reino Unido y respaldada de momento por medio centenar de países, como España o Chile, con el objetivo de que para 2030 al menos el 30 % de la superficie terrestre y marina esté protegida.

La cita tenía como prioridades la protección de las especies terrestres y marinas, la promoción de la agroecología, la movilización de la financiación pública y privada y la protección de los bosques tropicales.

Colaboración empresarial

Con esa hoja de ruta en mente se ha lanzado un grupo de trabajo sobre informaciones financieras ligadas a la naturaleza, impulsada por el Ejecutivo británico para tomar conciencia del impacto de la actividad económica sobre la biodiversidad y reorientar los flujos hacia actividades que producen resultados positivos para el planeta.

El príncipe de Gales ha requerido también la colaboración del mundo empresaria con el proyecto "Terra Carta", que tiene el objetivo de alcanzar los 8.100 millones de euros para 2022 y marcar el camino para que las empresas avancen hacia un futuro sostenible.

Francia ha presentado también la Coalición para el Mediterráneo, con un plan de acción específico para luchar contra la contaminación marina y proteger de cara a 2030 tanto la biodiversidad en ese mar como la pesca sostenible y la sostenibilidad del transporte marítimo.