Con la llegada del 2025, las obligaciones como el cálculo de la huella de carbono para empresas más grandes, la recogida de residuos textiles o la nueva normativa de etiquetado de envases son centrales en el proceso de transición ecológica.

El cálculo de la huella de carbono es uno de los puntos más relevantes en las obligaciones ecológicas. A partir del 1 de enero será obligatorio en determinadas compañías.

En este sentido, la Cámara de Industria y Comercio de Madrid, ha indicado que las empresas que están obligadas son las que tienen una media de empleados superior a 500 y que sean consideradas entidades de interés público, o aquellas empresas que durante dos años cumplan dos de estos criterios: con un total activo superior a 20 millones de euros, una cifra de negocio anual superior a los 40 millones de euros o una media de empleados mayor a 250 durante el año.

Por otro lado, los informes de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo sitúan a la moda como la segunda industria más contaminante. Para producir una camiseta de algodón se necesitan 2.700 litros de agua y cada año se generan medio millón de toneladas de residuos de microfibra de la ropa.

Para hacer frente a esto, las marcas de ropa están planteando medidas ecológicas para mejorar la situación, a través de Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) para reciclar las prendas. Además, a partir del 1 de enero la recogida de residuos textiles será obligatoria para todos los países de la Unión Europea (UE). Con ello, esperan impulsar la economía circular, generar puestos de trabajo y ahorrar dinero a los consumidores.

Por su parte, el etiquetado de envases deberá ofrecer información detallada sobre la gestión de residuos y símbolos de identificación de los materiales que lo componen. Se espera promover prácticas sostenibles y ajustarlas a los criterios de la economía circular.