Erik Ivins, investigador del Jet Propulsion Laboratory de la NASA y coautor del estudio explica que el movimiento del agua sobre la superficie de la Tierra afecta a la distribución de la masa del planeta y al eje.
"Imaginemos una peonza; si le pegamos un chicle en la parte de arriba, empezará a girar sobre un nuevo eje", explica Ivins.
"En la Tierra, el agua, al ser transportada hacia dentro o hacia fuera de los océanos, con consecuencias en la media global del nivel del mar, cambia los momentos de inercia produciendo el mismo efecto que el chicle pegado en la peonza" ha añadido.
Los investigadores explican que el nivel del mar está subiendo y que es posible que los cambios en el eje de la Tierra se deba al cambio climático. Las consecuencias del cambio climático, cada vez, son más evidentes: las temperaturas globales están aumentando y los fenómenos meteorológicos son cada vez más extremos.
Debemos ser conscientes de sus consecuencias ya que serán devastadoras, por ello, entre todo debemnos poner, nuestro granito de arena, y ayudar desde casa a luchar contra este grave problema medioambiental.
El eje sobre el que gira la Tierra es una línea imaginaria que va del Polo Norte al Polo Sur pasando por el centro del planeta, con una inclinación de unos 23,5 grados con respecto al plano orbital en el que se encuentran el Sol y la Tierra.
Hace mucho tiempo que los científicos saben que la Tierra tiende a tambalearse al girar, provocando que los polos se vayan desviando poco a poco. Sin embargo, alrededor del año 2000 tuvo lugar un cambio drástico cuando el Polo Norte se desplazó hacia el este.
Para comprender todo esto, los investigadores de este estudio, analizaron los datos geodésicos espaciales y datos gravimétricos satelitales desde 2003 a 2015. Así, Ivins y su compañero Surendra Adhikari pudieron identificar el mecanismo que causaba el desplazamiento de los polos terrestres a partir de 2003.
En el estudio, los investigadores explican que el eje de la Tierra se ha desplazado 75 grados hacia el este con respecto a la dirección hacia la que llevaba desviándose desde principios de siglo.
Han descubierto que este cambio no solo es consecuencia del derretimiento de los casquetes polares, sino también de la pérdida de agua en Eurasia debida a la disminución de los acuíferos y a la sequía, de acuerdo con un comunicado de la NASA.
Es la primera vez que se tienen pruebas sólidas y evidentes de que los cambios en la distribucion del agua en tierra, a escala global, tienen consecuencias en la dirección hacia la que se desplaza el eje terrestre.
A pesar de todo, Ivins asegura que no hay por qué alarmarse ya que el desplazamiento es relativamente pequeño, y no existe una posibilidad real de que aumente la cantidad de radiación solar que llega a las partes sensibles de la Tierra.
NUEVO ESTUDIO DE LA REVISTA SCIENCE ADVANCES
NUEVO ESTUDIO DE LA REVISTA SCIENCE ADVANCES
¿El cambio climático podría ser la causa del desplazamiento de los polos?
Un nuevo estudio, publicado en la revista Science Advances, ha concluído que la posición del eje de la Tierra ha cambiado de forma drástica y que, probablmente, la causa sea que los casquetes polares se están derritiendo como consecuencia del cambio climático así como a los cambios naturales en el almacenamiento de agua en la tierra.
Hazte Eco
| Madrid | 18/04/2016