El barco chino 'Yongsheng', de 19,000 toneladas, procedente de la naviera COSCO (la sexta más grande a nivel mundial), espera llegar al puerto holandés en unos 35 días, en lugar de los 48 que requiere la ruta habitual, que enlaza Oriente y Occidente a través del océano Índico y el mar Mediterráneo, con paso obligado por el canal de Suez.
Los expertos ven cada vez más cercano el momento en que el calentamiento global abra totalmente la ruta ártica en verano sin ayuda de los rompehielos, por lo que China, país que tiene seis de los diez puertos con mayor tráfico del mundo, es uno de los más interesados en explorarla.
La segunda economía mundial espera ahorrar, en un futuro, costos de combustible, escalas y las tasas de paso del canal de Suez, así como obtener mayor seguridad durante los recorridos, ya que en los últimos años ha sido afectada por los piratas.
Con el deshielo de la ruta ártica, trayectos habituales como el Shanghái-Hamburgo podrían reducirse en 6.000 kilómetros y los costos se reducirían en un 15%, según datos de la compañía de gas rusa Novotek.
Pese al actual viaje del carguero 'Yongsheng', los expertos piensan que la ruta ártica todavía no será una fuerte competencia a la que pasa por Suez (usada cada año por 17,000 buques). Hace tres temporadas decían que por 2060 estaría totalmente activa esta nueva ruta y ahora se estima que será en 2030.