El reciclaje textil fomenta el consumo responsable y la moda sostenible. Y es que la industria textil es la segunda más contaminante del planeta.
Cada kilo de ropa que se reutiliza y no se incinera evita la emisión de 3.169 kilos de CO2, según la Comisión europea y cada español se deshace al año de unos siete kilos de ropa usada.