Para lograr la protección de las aguas de la Antártida y del resto de los océanos, Greenpeace forma parte de una coalición global de ONGs y científicos que piden a los gobiernos que protejan al menos el 30% de los océanos del mundo para el 2030. A pesar de los compromisos mundiales de proteger el 10% de los océanos para 2020, actualmente solo el 2% está completamente protegido.
De forma paralela, Greenpeace trabaja para que la Comisión del océano Antártico (CCAMLR) cree la mayor área protegida del mundo en sus aguas. Serían 1,8 millones de kilómetros cuadrados, más de tres veces el tamaño de España y 3.000 veces el del Parque Nacional de Doñana.