Desde la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR), organismo integrado por la Unión Europea y otros 24 países, han adelantado la intención de crear áreas marinas protegidas a gran escala, que aseguren la supervivencia de los ecosistemas antárticos.
Para conseguir esta meta, los integrantes de la CCAMLR necesitan, no obstante, un consenso total; algo que ha retrasado la firma de un acuerdo que sirva para defender los recursos marinos y la biodiversidad del océano antártico. De esta forma, 2019 se convierte en el séptimo año consecutivo sin que se apruebe ningún acuerdo de protección.
El secretario ejecutivo de este organismo, David Agnew, ha subrayado que en la actualidad aún sigue en estudio la creación de áreas marinas protegidas en este océano. Una medida que se uniría a otras enfocadas en la que garantía de su protección frente a los efectos de la sobrepesca o del cambio climático.
La aprobación de estas medidas ya ha superado el séptimo año sin lograr un acuerdo total entre todos los miembros de la Comisión antártica. No obstante, Agnew defendía que otra de las grandes apuestas del organismo, la creación del mayor área marina protegida; situada en el Mar de Ross, dentro del océano antártico, había requerido más de seis años de deliberaciones.
Mientras que esa área protegida abarca cerca de 2 millones de kilómetros cuadrados, entre los nuevos proyectos planteados a la Comisión destaca la creación de una nueva zona protegida de alrededor de 1,8 millones de kilómetros cuadrados libres de barcos pesqueros industriales y otras amenazas.
Esta iniciativa propuesta por Alemania, y que ya cuenta con el visto bueno del resto de la Unión Europea, hace referencia a una zona extensa del mar de Weddell. Este entorno, junto a la península antártica, forma parte de los puntos más analizados en los últimos cuatro años, a la espera de convertirse en áreas protegidas.
Sin embargo, pese a que la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos espera lograr un consenso que permita convertir este mar en una nueva zona protegida antes de 2022, sus integrantes prefieren mostrarse cautos y evitar anticipar ninguna fecha concreta.