El objetivo de esta tarea será recuperar y conservar zonas de interés ecológico, según han explicado los coordinadores del proyecto, mediante la rehabilitación y la puesta en valor de terrenos próximos a la Bahía de Santander que, por efecto del progreso urbano y de la industrialización, se han degradado con el tiempo.
Se actuará en un total de 14 zonas de unas 800 hectáreas donde se encuentran ecosistemas como humedales litorales y de interior, acantilados y fondos marinos, dunas, bosques de ribera o bosques de encinar cantábrico. Aunque,según los expertos, el objetivo será abarcar aún más territorio hasta llegar al millar de hectáreas. Para ello, se firmarán acuerdos con propietarios de terrenos privados, más de los que ya hay firmados, y de esta manera se posibilitará la rehabilitación del terreno.
Uno de los entornos donde ya han comenzado con la restauración es la Marisma de Alday en Camargo, Cantabria. Estas marismas han ido perdiendo terreno con el avance urbanístico de la ciudad tales como las carreteras o vías del tren. A partir de ahora se recuperará el terreno con la eliminación de numerosas plantas invasoras que se han apoderado de la marisma como la "chila" o la "ludwigia peploides".
La iniciativa será financiada a través de los proyectos 'Life' de la Unión Europea, que decidió otorgar a la Fundación Naturaleza y Hombre (FNyH), experta en la gestión y restauración del hábitat ibérico, una cuantía de 2,5 millones de euros, que serán ejecutados hasta el año 2019. También es posible gracias a la 'Consejería de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social' del Gobierno de Cantabria.