Los científicos llevan años investigando porque desaparecen cada año miles de millones de abejas en todo el mundo. Creen que se debe a una combinación de factores: la aparición de nuevas enfermedades, el efecto de los pesticidas, y también la llegada de una temible avispa invasora, capaz de aniquilar a la abeja europea.
Los apicultores están preocupados y con razón. La temida avispa asiática ha comenzado ha extenderse por todo el mundo y podría diezmar las colmenas a gran velocidad si no se pone remedio.
Su alimento principal es la abeja. Le corta la cabeza y luego la devora. Su erradicación resulta imposible, pero su convivencia con las abejas también.
Pero esta especie invasora no es la única culpable de la reducción notable del número de abejas. Se suman otros factores como los pesticidas, los parásitos chupadores de sangre y las infecciones bacterianas.
Los expertos recuerdan que no podremos vivir más de 40 años sin abejas, ya que estos insectos son claves para el medio ambiente. Las abejas no sólo producen miel, sino que también constituyen una gigantesca y sacrificada mano de obra a nivel mundial, encargada de polinizar el 90% de las plantas que sembramos. Las abejas son indispensables para la vida en el planeta, por eso los apicultores exigen soluciones urgentes.