Para muchas adolescentes es romántico que su novio quiera saber dónde están, con quién han quedado, e incluso, consideran adorable que tenga celos de otros chicos o situaciones. Desgraciadamente, estas conductas, que suelen confundirse con romanticismo, pueden esconder gestos machistas y muchas adolescentes, sin darse cuenta, terminan atrapadas en las redes de la violencia de género, tal y como le sucede a la protagonista de esta historia. Al principio el vídeo muestra la típica relación entre adolescentes en la que el chico cuida y protege a la chica y ella se enamora de él y sus detalles románticos. Poco a poco, el chaval va teniendo gestos machistas como no permitir que su novia se ponga vestidos o faldas, enfadarse si su chica baila con amigas o si habla con otros chicos. Con el tiempo el chico va reaccionando de una forma más violenta hasta que se convierte en un monstruo para ella. Pasa del amor romántico al machismo y cuando ella se da cuenta se encuentra en un laberinto del que es difícil escapar. Cuando consigue salir del laberinto se encuentra con el chico al otro lado con un ramo de flores y el corto finaliza con este mensaje: "No confundas amor y abuso".