El programa, que ya se ha puesto en práctica en la Audiencia de Tarragona, ha demostrado que la compañía de un perro reduce los niveles de ansiedad y estrés; mejora el estado físico, emocional y mental de las víctimas; refuerza su autoestima e incrementa su confianza y seguridad.
Bajo el nombre de 'Perro de asistencia judicial', han participado en esta iniciativa 20 mujeres voluntarias, la mitad acompañadas por un perro y la otra mitad, como grupo de control.
Los animales están adiestrados de forma específica para ayudar a las mujeres a declarar. El proyecto piloto, llevado a cabo en Tarragona, ha tenido como objetivo principal determinar si el perro ayuda a reducir la ansiedad y el estrés de la víctima antes de entrar en la sala de juicios.
El can, de raza un golden retriever, llamado Bob se unía a la mujer cuando entraba en los juzgados y también la acompañaba a la salida. La mujer estaba con Bob unos 30 minutos en la sala de espera, siempre acompañada por el psicólogo de la Oficina de Atención a la Víctima del Delito.
A Bob lo recogió la protectora de Tarragona con perdigones en la cabeza y otras señales de maltrato. El animal también presentaba fobia y rechazo a las figuras masculinas y ahora es un perro totalmente recuperado.
Bob forma parte del proyecto Tan Amigos y está especializado en las intervenciones con colectivos vulnerables como personas mayores con enfermedades neurodegenerativas, niños y adultos con enfermedades de desarrollo y víctimas de violencia de género.
El programa piloto está promovido por la Fundación Affinity y el Generalitat.