El Papa ha planteado: "Vemos en las tristes noticias de estos días, en las terribles noticias de violencia contra las mujeres, lo urgente que es educar para respetar y cuidar: formar hombres capaces de relaciones sanas". El Papa ha invitado a los comunicadores a "no perder de vista, en el contexto de las actuales autopistas de la comunicación, cada vez más rápidas y atascadas", tres caminos: formación, protección y testimonio. En el primer ámbito, la formación, el Pontífice se ha preguntado "¿cómo educar, sobre todo a las jóvenes generaciones inmersas en un contexto cada vez más digital?" y ha sugerido guiarse por "prudencia y sencillez son dos ingredientes educativos básicos para navegar en la complejidad actual, especialmente en la red, donde es necesario no ser ingenuos y, al mismo tiempo, no ceder a la tentación de sembrar ira y odio", ha subrayado.
En este sentido, ha destacado que los semanarios católicos "no se limitan a dar las noticias del momento, que se queman fácilmente, sino que transmiten una visión humana, una visión cristiana destinada a formar las mentes y los corazones, para que no se dejen deformar por palabras gritadas o por reportajes que, pasando con morbosa curiosidad del negro al rosa, descuidan la claridad del blanco". Por ello, ha animado a promover una "ecología de la comunicación" en los territorios, en las escuelas y en las familias, porque, según ha recordado "más allá de las noticias y las primicias, siempre hay sentimientos, historias, personas de carne y hueso a las que hay que respetar como si fueran sus propios parientes".
En cuanto al segundo camino, el de la protección, Francisco ha apostado por "promover instrumentos que protejan a todos, especialmente a los grupos más débiles, los menores, los ancianos y los discapacitados" del "intrusismo de lo digital y de las seducciones de la comunicación provocadora y polémica". "Vuestras realidades, comprometidas en este sector, pueden hacer crecer una ciudadanía mediática protegida, pueden apoyar presidios de libertad informativa y promover la conciencia cívica, para que se reconozcan derechos y deberes también en este ámbito", ha indicado.
Finalmente, sobre el testimonio, el Papa les ha puesto el ejemplo del beato Carlo Acutis, que "sabía muy bien que estos mecanismos de comunicación, la publicidad y las redes sociales pueden ser utilizados para convertir en sujetos adormecidos, adictos al consumo y a las novedades que se pueden comprar, obsesionados por el ocio, cerrados en la negatividad". Frente a ello, ha propuesto ir a "contracorriente: hablar de fraternidad en un mundo individualista; de paz en un mundo en guerra; de preocupación por los pobres en un mundo intolerante e indiferente".