La violencia de género debe combatirse aislando el maltratador. El ejemplo de esta forma de lucha contra la violencia sobre las mujeres es la historia de Catalina y sus vecinos Ariel y Patricia. Catalina sufría violencia de género. La mujer mandaba casi todos los días a su hija mayor a casa de sus vecinos, Ariel y Patricia, ya que su familia no vive en España. Con esto, quería evitar que su hija se quedase sola con el maltratador con el que ambas convivían. Los vecinos sospecharon que algo extraño pasaba, porque no era normal que su vecina mandara todos los días a su hija mayor a su casa. Sin embargo, no se imaginaban lo que en realidad estaba pasando. Hasta que un día, la hija de Catalina llegó asustada y decidieron llamar a la Guardia Civil. Patricia acompañó a Catalina a poner la denuncia tras años de silencio y golpes. Finalmente, el agresor fue extraditado.