“A pesar de la situación excepcional que vivimos de pandemia, hemos logrado, con gran esfuerzo por parte de nuestros profesionales, seguir impartiendo los talleres en los centros escolares que nos abrieron sus puertas debido a que conocían de la eficacia nuestra actividad”, comenta Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña.
Entre otros hallazgos, este informe refleja un descenso sin precedentes en la incidencia del acoso escolar: “Que solo el 15,2% de los alumnos piense que en su clase hay algún alumno que sufre acoso escolar es una buena noticia. El confinamiento en casa, los grupos burbuja, el descenso de la ratio profesor/alumno y otras restricciones causadas por el Covid-19, junto con las medidas de concienciación, han permitido este descenso que es la mejor cifra de nuestros informes en los últimos cinco años,” explica Benjamín Ballesteros, director de Programas de Fundación ANAR.
A pesar de la reducción de los casos de acoso, los estudiantes admiten que han aumentado las agresiones en grupo: pasando de un 43,7% en 2018-19 a un 72,4% en 2020-21
Conciencia del acoso
El 21,8% de los alumnos/as reconoce haber podido participar en un caso de acoso sin ser consciente de ello y el 96,4% afirma que no lo haría en el caso de darse cuenta. Además, un 88,1% afirmó que la unión de los compañeros ante una situación de bullying hace que el afectado se sienta mejor.
Además, los estudiantes identifican mejor las formas de agresión que sufren sus compañeros y eso explica que la mayoría de los tipos de agresión se hayan incrementado respecto al estudio anterior, creciendo especialmente la difusión de rumores, las amenazas y el aislamiento.
Los motivos más comunes por los que se producen estas agresiones son el aspecto físico (52,5%), por ser diferente (46,4%), por las cosas que hace o dice (39,1%), por sus gustos (30,4%), por ser de otro país, cultura, raza o religión (26,2%), por ser nuevo (20,1%), por su orientación sexual (15,2%) o por tener mucho o poco dinero (14,2%).
Los alumnos/as son más conscientes del daño que genera el acoso escolar, tanto a las víctimas como a sus familias, a los observadores, a los profesores, a toda la clase, e incluso al propio agresor.
Ciberbullying en redes sociales
El ciberbullying es la forma de acoso que más presente ha estado durante la pandemia. Una cuarta parte de los alumnos afirma conocer compañeros de clase que podrían haberlo sufrido.
Además, ahora ya no solo se produce a través de WhatsApp (53,9% de los casos), sino también a través de Instagram (44,4%), TikTok (38,5%) o videojuegos (37,7%).
Cómo acabar con el acoso escolar según profesores y alumnos
Casi la mitad de los casos de acoso escolar permanecen sin solución (47,8%). Según la opinión de los alumnos solo el 52,2% fueron resueltos y un 83% cree que el colegio hizo algo por resolver la situación.
Según los alumnos/as, la forma más eficaz de resolver el acoso escolar es avisar al profesor/a. En cuanto a los profesores, más de la mitad (51%) reconocen la falta de recursos y formación entre el personal docente como barrera a la hora de intervenir en situaciones de acoso escolar.
Para los profesores/as, tiene más sentido el trabajo con el alumnado en el respeto a las diferencias y el diálogo que las acciones punitivas, como la expulsión del centro escolar y sugieren a padres y madres educar en valores y prestar atención a los hijos/as como medidas de prevención del acoso escolar.
Los talleres de formación de las Fundaciones ANAR y Mutua son percibidos por el 90% de alumnos y profesores como una actividad útil contra el acoso, demostrando su eficacia en ayudar, defender y apoyar a las víctimas.