el estiron
FAQ'S
¿Todas las grasas son perjudiciales?
No. Las grasas han de formar parte de la dieta equilibrada en su proporción adecuada, ya que son imprescindibles para asegurar el correcto funcionamiento de la membrana celular. Constituyen la principal reserva energética de nuestro cuerpo y son vitales para nuestros tejidos. La clave reside en ingerir preferentemente grasa de origen vegetal (no saturada y saludable, excepto la de palma y coco) en lugar de animal (saturada y peligrosa cuando se consume en exceso).
FAQ'S
¿Pescado fresco o congelado?
El pescado ha de estar presente un mínimo de tres veces por semana en una dieta saludable. Los niños pueden tomarlo a partir de los ocho meses de edad, cuidando al máximo el tema de las espinas. El pescado, blanco o azul, admite montones de recetas y preparaciones. El congelado es tan saludable como el fresco, incluso es más seguro porque la congelación destruye el anisakis, un parásito potencialmente presente en el pescado crudo o mal cocinado que provoca reacciones alérgicas muy severas.
FAQ'S
¿Pescado fresco o congelado?
El pescado ha de estar presente un mínimo de tres veces por semana en una dieta saludable. Los niños pueden tomarlo a partir de los ocho meses de edad, cuidando al máximo el tema de las espinas. El pescado, blanco o azul, admite montones de recetas y preparaciones. El congelado es tan saludable como el fresco, incluso es más seguro porque la congelación destruye el anisakis, un parásito potencialmente presente en el pescado crudo o mal cocinado que provoca reacciones alérgicas muy severas.
FAQ'S
¿Cómo llegar a la cantidad necesaria de verduras?
Escoge las de sabores más dulces (patata, zanahoria, acelgas...). Mézclalas en purés y procura que estén blanditas para facilitar su masticación y su digestión. Prepáralas al vapor para que conserven los colores más vivos y les resulten atractivas. Prepáralas como guarnición y úsalas para hacer bizcochos y recetas diferentes (zumos, por ejemplo).
FAQ'S
¿Cómo llegar a la cantidad necesaria de verduras?
Escoge las de sabores más dulces (patata, zanahoria, acelgas...). Mézclalas en purés y procura que estén blanditas para facilitar su masticación y su digestión. Prepáralas al vapor para que conserven los colores más vivos y les resulten atractivas. Prepáralas como guarnición y úsalas para hacer bizcochos y recetas diferentes (zumos, por ejemplo).
FAQ'S
¿Cómo hago para que tomen más fruta?
Ofrécesela siempre de postre. Córtala en pedacitos pequeños y no se la des demasiado fría. Hazla puré o machácala un poco con un tenedor para facilitar su masticación. Mézclala con un poco de zumo, yogur, un chorrito de leche o añade azúcar o una galleta para contrarrestar la acidez. Combina frutas de colores y preséntalas de manera divertida en su plato.
FAQ'S
¿Cómo hago para que tomen más fruta?
Ofrécesela siempre de postre. Córtala en pedacitos pequeños y no se la des demasiado fría. Hazla puré o machácala un poco con un tenedor para facilitar su masticación. Mézclala con un poco de zumo, yogur, un chorrito de leche o añade azúcar o una galleta para contrarrestar la acidez. Combina frutas de colores y preséntalas de manera divertida en su plato.
FAQ'S
Cómo consigo que mis hijos prueben sabores nuevos
Da ejemplo y sigue una dieta variada tú también, prepara los alimentos de manera atractiva y de formas diferentes, preséntalos de forma divertida y colorida en su plato. Si no quiere probarlo un día no le fuerces o crearás rechazo hacia dicho producto. Inténtalo en otro momento, otro día, pero sin presiones. Cuando lo consiga refuerza su conducta y felicítale.
FAQ'S
Cómo consigo que mis hijos prueben sabores nuevos
Da ejemplo y sigue una dieta variada tú también, prepara los alimentos de manera atractiva y de formas diferentes, preséntalos de forma divertida y colorida en su plato. Si no quiere probarlo un día no le fuerces o crearás rechazo hacia dicho producto. Inténtalo en otro momento, otro día, pero sin presiones. Cuando lo consiga refuerza su conducta y felicítale.
FAQ'S
¿De padres obesos niños obesos?
Sólo un pequeño porcentaje de la obesidad infantil se debe a factores de índole genética. No obstante, es habitual que unos padres con exceso de peso críen hijos que acaben añadiendo kilos superfluos a la báscula debido a los malos hábitos nutricionales y al sedentarismo que rige en el hogar, pero no a los genes.