La Asociación Española de Pediatría (AEP) defiende que un zumo de fruta, integrado en una comida, un desayuno o una merienda puede perfectamente formar parte de una dieta sana aunque no es bueno que los niños lo tomen para calmar la sed.
"Para la sed lo mejor es el agua. En cualquier caso es conveniente tener en cuenta que tiene mucho más valor nutritivo una fruta en trozos, que su zumo solamente", subraya.
Por su parte, Anna Bach, nutricionista y portavoz de la iniciativa médico científica 'Zumo de Fruta, en Serio', considera que es bueno que los niños a partir de los seis meses se acostumbren a tomar fruta.
"Las familias deben introducir las diferentes frutas con paciencia y perseverancia. Los niños pueden rechazar hasta nueve veces un alimento hasta aceptarlo. Y las frutas deben ser el postre habitual o una opción entre horas para los niños", subraya.
Para los niños un poco más mayores, entre los 2 y los 5 años, el zumo natural es una fuente importante y necesaria de potasio y magnesio.
En general, los expertos recomiendan que los niños tomen zumos de frutas, mejor natural que envasado, pero en cualquier caso siempre como algo complementario a la dieta de los niños y nunca como un sustitutivo del consumo de piezas de fruta.
Por lo tanto, los zumos de frutas pueden suponer una buena alternativa, cuando a nuestro hijos les cueste comer fruta, y es muy recomendable que, por ejemplo, los peques se lleven un zumo al recreo y así completen su dieta de una manera saludable.