Los más pequeños se han visto especialmente afectados por la pandemia. El pasado mes de septiembre, más de 180 países habían cerrado sus escuelas y colegios, lo que afectó a millones de alumnos, en concreto al 80% de los estudiantes de todo el mundo.
El aumento del trabajo escolar en casa frente a una pantalla, frente a la disminución del tiempo que se pasa al aire libre se relacionan con la miopía, una afección en la que la forma del ojo cambia, haciendo que los rayos de luz se refracten de forma incorrecta, enfocando imágenes delante, en lugar de en la superficie de la retina.
El estudio, publicado en el 'British Journal of Ophthalmology' señala que la miopía en los niños es importante porque les expone a desarrollar complicaciones que aumentan el riesgo de padecer ceguera o problemas de visión irreversibles en el futuro.
Para saber si los cambios del estilo de vida impuestos con lapandemia podrían haber afectado a la visión de los niños, los investigadores analizaron los ojos de 1.793 niños entre seis y ocho años.
Se midió la agudeza visual y se rellenaron cuestionarios sobre su estilo de vida, incluido el tiempo que pasaban al aire libre.
Uno de cada cinco niños desarrollaron miopía entre enero y agosto de 2020, en comparación con la incidencia de la miopía en uno de cada tres niños no afectados por la pandemia.
La investigación concluye que estos datos sirven para advertir a los profesionales de la salud visual, y también a los responsables políticos, los educadores y los padres, que es necesario realizar esfuerzos colectivos para prevenir la miopía infantil, una posible crisis de salud pública como consecuencia de la Covid-19.