Las 'picaduras' de medusa suelen producirse por contacto con éstas de manera accidental pero, por lo general, no son un problema grave, genera un dolor y/o picor intenso e inmediato en la zona que ha estado en contacto con la medusa, cuando esto ocurre pueden aparecer rojeces, hinchazón o vesículas pequeñas. Pero también se pueden presentar casos más graves, no ten comunes, que generan síntomas como náuseas, vómitos y calambres musculares, o, incluso puede padecerse pérdida de conciencia.
Las personas que tengan alergias o problemas cardiacos deben tener especial cuidado con las medusas, además, también se debe saber que si se ha tenido contacto previo, la persona puede estar sensibilizada y una segunda picadura puede producir una reacción más severa.
Se debe tener en cuenta que, en caso de que haya un gran número de medusas en la zona de baño o cerca de la zona de baño que las olas pueden romper los tentáculos y llevar trozos flotantes a la zona de la orilla que siguen generando una reacción al entrar en contacto con la piel, por ello se debe tomar más precauciones y no andar por la orilla en la zona en la que rompen las olas y no jugar en la orilla.
También es recomendable que, en caso de ver medusas en la orilla, se retiren sin tocarlas y se avise al socorrista de la presencia de medusas al igual que al resto de bañistas para que tomen precauciones.
El Ministerio de Sanidad ha proporcionado una serie de consejos a seguir en caso de contacto con una medusa:
Consejos en caso de picadura
Primero de todo se debe limpiar la zona con agua salada, no con agua dulce, sin frotar. Usar agua dulce no es recomendable porque los restos de células urticantes que queden en la zona podrían explotar y difundir más veneno porque el agua dulce tiene tiene una presión osmótica distinta. Una vez hecho esto se debe acudir al puesto de socorrismo más cercano. Se recomienda evitar las exposición de la zona a la luz solar y no rascarse.
En caso de que un tentáculo o un trozo de tentáculo permanezca en la piel de debe de retirar cuidadosamente, pero no con las manos, sino con unas pinzas o algún objeto que puedas usar a modo de pinza como dos tarjetas.
Para reducir la inflamación se puede aplicar frío en la zona, pero no aplique hielo directamente en la piel ni lo mantenga en la zona más de 20 minutos, porque se podrían hacer quemaduras por el contacto al hielo.
En caso de que el dolor sea muy intenso o vaya empeorando después de un tiempo se debe acudir a un centro médico de inmediato o al socorrista de nuevo.
La carabela portuguesa
El ministerio también informa de la aparición en las costas de la carabela portuguesa, con la cual también hay que tener cuidado, y, aunque no sea el Mediterráneo su hábitat natural, la falta de depredadores puede haber fomentado su aparición en nuestras costas.
La carabela se asemeja a una bolsa azul transparente que cuenta con una vela de color violáceo en la parte dorsal y, en la parte sumergida, tentáculos que pueden alcanzar los 10-20 metros.
El contacto con sus tentáculos produce un dolor muy fuerte, la cual puede llegar a provocar lesiones locales tales como inflamación, enrojecimiento, aparición de ampollas, descamación y reacción cutánea. En caso de que se entre en contacto con uno de sus tentáculos se deben seguir las indicaciones mencionadas anteriormente unidas a la aplicación de bicarbonato de sodio y avisando al socorrista.