El consumo de esta vitamina es muy importante para que no falte en ninguna persona, ya que tiene un papel esencial en la ingesta de nutrientes. Solamente el 20 por ciento de los niños que no consumen los zumos de frutas cubren las necesidades nutricionales de vitamina C.
Respecto a los adolescentes y los adultos, tan sólo el 12 y 24 por ciento respectivamente logra cubrir estas necesidades. Esto contrasta con el 64 y 65 por ciento de los adolescentes y adultos consumidores de este tipo de zumos que sí cubren las necesidades nutricionales de la vitamina C, según datos del Libro Blanco del Zumo francés.
En relación con estos datos, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido unas cantidades recomendadas de Vitamina C.
Estos valores son de 20 mg/día para niños entre 7 y 11 meses y niños entre 1 y 3 años. La recomendación asciende a 30 mg/día para menores entre 4 y 6 años y a 45 en niños de 7 a 10 años. Para adolescentes entre 11 y 14 años, los valores de referencia se sitúan en los 70 mg/día.
En los jóvenes que comprendan las edades entre 15 y 17 años, la ingesta recomendada se establece en 100 mg/día para chicos y 90 para chicas. A partir de los 18 años, la EFSA determina que los hombres deben tomar 110 mg/día y las mujeres 95. Sin embargo, existen una serie de excepciones durante el embarazo. En el periodo de gestación, la ingesta de vitamina C debe ser mayor de 10 mg/día y durante la lactancia mayor de 60.
En cuanto a las cantidades medias que se ingieren en Europa, la EFSA calcula que en hombres oscila entre 69 y 130 mg/día y en mujeres entre 65 y 138. También señala que las principales fuentes de vitamina C en adultos son las frutas, verduras, zumos y patatas y que un vaso de zumo de naranja de 200 mililitros puede cubrir casi la totalidad de la ingesta diaria recomendada de esta vitamina de 80 mg/día.