Un baño, o una ducha con agua caliente puede ayudarnos a dormir mejor y a sentirnos más descansados; de la misma forma que utilizar agua fría, o a una temperatura ambiental, puede servir para estar más activos.
Sin embargo, ahora, se podría haber descubierto una relación entre baños calientes y un menor riesgo de enfermedades de corazón. Además, aumentar esta práctica podría resultar mucho más beneficioso para nuestra salud.
Para llegar a estos resultados, se ha analizado el estado de unas 43.000 personas, que participaron en el estudio desarrollado por el Centro de Salud Pública de Japón, desde 1990. Al concluir la investigación y medir todos los factores de riesgo que resultarían en más de 2.000 casos de eventos cardíacos como ictuso ataques al corazón, se probarían los beneficios de los baños con agua caliente.
De esta forma, se subraya que, no solo se reducía el riesgo de sufrir uno de estos eventos cardíacos por tomar un baño relajante; sino que resultaba mucho más beneficioso hacerlo a diario que semanalmente. De hecho, como apuntaban los investigadores, las probabilidades de sufrir una de estas patologías del corazón descendían más del 25%.
Por otra parte, también se apunta que este descenso en el riesgo de enfermedades cardiovasculares estaría relacionado principalmente con las temperaturas altas, más que con los baños. Ya que los baños con el agua demasiado caliente no están libres de otros riesgos para la salud, que aumentan con la edad.