El informe comprende una muestra de más de 6.000 personas nacidas entre 1990 y 2005, dividida en dos grupos, para encontrar diferencias entre la generación de universitarios (18-27 años) y la de nativos digitales (2000-2005).
Este informe está considerado como "una primera aproximación al tema, dado que es necesario realizar estudios de mayor calado; pero para nuestra asociación es fundamental el cuidado de la visión infantil y, por ello, hemos puesto en marcha esta iniciativa. Con estos datos sabemos el punto en el que nos encontramos y tenemos ya una base para seguir trabajando", explica Salvador Alsina, Presidente de la asociación de utilidad pública Visión y Vida.
"La miopía está considerada como una 'pandemia europea' y, sin embargo, no se sabía con exactitud cómo afectaba a nuestros jóvenes y si su prevalencia va en aumento. Por ello hemos querido hacer este primer estudio que nos ayudará a medir la magnitud de esta amenaza y, sobre todo, contar con una base para informar, educar y animar a las autoridades sanitarias a tomar cartas en el asunto, como ya está ocurriendo en Asia", explica Alsina.
"Creemos necesario implicar a nuestras autoridades sanitarias en este tema, dado que estamos previendo que en un futuro próximo contaremos con unas generaciones cuya esperanza de vida sea la más larga de la historia, pero con una calidad de vida muy pobre que, además, generará un alto coste social. Falta conocimiento sobre la pandemia de la miopía y es necesario que se trate de manera preventiva uno de los mayores problemas que enfrentan las sociedades digitales en las que ahora vivimos", explicó, "además, según el Brien Holden Vision Institute, si lográsemos reducir la progresión de la miopía a la mitad en todos los pacientes, evitaríamos que el 90% de los actuales miopes llegase a niveles de riesgo", concluyó Alsina en su apertura del acto.
Este estudio indica que las tasas de miopía en España están alcanzando unos límites preocupantes, ya que 6 de cada 10 jóvenes (62,5%) universitarios (de entre 17 y 27 años) son miopes. Además, esta tasa es mayor entre las mujeres (65,4%) que entre los hombres (54,7%). Solo uno de cada cuatro (25,25%) disfruta de una buena visión.
Por otro lado, este informe muestra cómo los hábitos de vida de los jóvenes han cambiado, destacando ahora un estilo de vida más sedentario en el que las pantallas tienen gran importancia. Esto puede estar teniendo una incidencia directa en el desarrollo de su miopía.
En la generación de universitarios (hasta 27 años), cerca la mitad de los jóvenes (45,6%) ha tenido su primer móvil entre los 6 y los 12 años. Año tras año esta edad se va reduciendo, llegando así hasta los Nativos Digitales. Además, la mitad lo utilizan entre 4 y 8 horas al día, uso mucho más intensivo por parte de las mujeres que de los hombres (el 59% lo usa más de 4 horas al día).
Durante los cinco años comprendidos en el estudio (2012-2017), el promedio de incremento es de -0,88 dioptrías, pasando de -1,94dpt. en el ojo derecho y -1,93dpt. en el ojo izquierdo en el año 2012 a -2,82dpt. en el ojo derecho y -2,81dpt. en el ojo izquierdo en el año 2017.
A casi 2 de cada 10 (13,6%) le ha aumentado su miopía a razón de -0,5 dioptrías por año, resultando un total de entre -2,00 y -2,75dpt. A uno de cada tres le ha aumentado entre -1,00dpt. y -1,75 dioptrías.
Por otro lado, en este informe se observa que las nuevas generaciones presentan desde edades más tempranas (7-12 años) una mayor graduación –0,5dpt. más- que una generación atrás se tenía en la universidad. Además, el incremento de graduación entre los más jóvenes es, en promedio, mayor que el de la generación anterior (el doble, de -0,88 a -1,75dpt.), a pesar de que aún no han llegado a la edad analizada en la muestra de universitarios y que aún viven su plena etapa de desarrollo. Estos datos indican que, en su etapa universitaria, tendrán una miopía mucho más que la generación anterior.
Asimismo, en el caso de la generación de Nativos Digitales se prevé que, si estas miopías siguen desarrollándose sin un control, en muchos casos llegarán a niveles de riesgo, siendo potenciales causas de patologías en la etapa adulta (más de 6 dioptrías).
Este estudio trata de concienciar en la necesidad de controlar el incremento de la miopía entre los jóvenes para evitar que en el futuro existan más casos de baja visión en España (que ahora afecta a más de un millón de personas). Así, Joan Pérez Corral, Vicepresidente de la Academia Europea de Ortoqueratología y profesor de Grado de Óptica en la Facultad de Terrassa (UPC), explicó en el acto cómo las lentes de Orto-k u ortoqueratología consiguen, gracias a la forma en la que enfocan la luz en la retina, frenar el crecimiento de la miopía hasta en un promedio del 41%.