Controlar lo que comen los niños es una tarea que cada vez preocupa más a los padres, ya que una nutrición con exceso de azúcares o grasa puede afectar a la salud y el creciemiento de los niños. Los resultados de un informe de la Comisión de Sanidad del Parlamento británico recomendaban el pasado año instaurar un impuesto para los productores con un alto nivel de azúcar para combartir la obesidad infantil.
Ahora, Reino Unido ha anunciado en la presentación de sus presupuestos generales la implantación de un gravamen sobre las bebidas azucaradas como recomendaba el informe. Cabe destacar que la medida no afectará a los zumos, de momento solo se impondrá el impuesto sobre las bebidas azucaradas: refrescos, batidos, etc.
El impuesto entrará en vigor dentro de dos años, periodo de tiempo que el gobierno de Reino Unido da de tregua a la industria alimentaria de este sector para adaptarse y realizar los cambios que estimen oportunos.
El gravemen se implantará a partir de los cinco gramos de azúcar por cada 100 mililitros y el impuesto tendrá un máximo de 25 peniques por litro, 32 céntimos de euro aproximadamente. Esta decisión espera recaudar 520 millones de euros que serán destinados a fomentar la actividad física entre la juventud del país.
En sentido, el ministro de Hacienda británico, George Osborne refirió que los menores son los más afectados por las bebidas excesivamente azucaradas. De hecho, un niño de cinco años consume a lo largo de un año todo su peso en azúcar. De este modo, Reino Unido se suma a las iniciativa de otros países como Dinamarca, Finlandia, Francia, Hungría o México para combatir los altos índices de sobrepeso en los niños.