"La clave reside en que los niños disfrutan más del ejercicio, se olvidan de que están corriendo, por lo que la sensación de fatiga disminuye. La realidad virtual les distrae y aguantan mejor una sesión de ejercicio", apunta Jaime Guixeres, investigador de la Universidad Politècnica de València.
El estudio se centró en un total de 109 niños, de entre 10 y 15 años de edad, que fueron sometidos a varias pruebas que consistían en sesiones de paseo y carrera continua en cinta. En una de estas pruebas, los niños se sumergían en un entorno visual. A partir de aquí, los expertos analizaron tanto la respuesta cardiovascular del niño como las variables psicológicas.
El estudio concluyó que los niños que padecen obesidad infantil se divierten y se distraen más cuanto se incorpora la realidad virtual, algo que disminuye la sensación de fatiga.
El estudio, llevado a cabo por el instituto CIBEROBN, junto a la Universidad de València, la Universidad Politècnica de València y la Universidad CEU Cardenal Herrera, ha sido publicado en la revista Cyberpsychology, Behavior and Social Networking.