Hasta ahora, uno de los principales desafíos era estudiar los beneficios del ejercicio sobre nuestro metabolismo a nivel genérico, pues era muy complicado que todos los individuos de un ensayo tuviesen los mismos factores relacionados con el estilo de vida.
Por ello, los científicos del nuevo estudio australiano han analizado a una cohorte de soldados varones sanos recién enlistados, de edades similares y que vivían en el mismo domicilio, es decir, todos tenían los mismos patrones de sueño, comían lo mismo y realizaban al mismo ejercicio.
El metabolismo es cómo el cuerpo convierte los alimentos en energía y elimina el desperdicio, mientras que, las sustancias producidas por el organismo durante el metabolismo se llaman metabolitos.
Los científicos han analizado alrededor de 200 metabolitos de la sangre de 52 soldados antes y después de una serie de ejercicios aeróbicos y de fuerza que realizaron durante 80 días, y los relacionaban con cambios en el estado físico.
Así, se ha podido observar cómo el músculo entrenado y energéticamente eficiente utilizaba mucho más "combustible", como la grasa, en comparación con aquellos que no lo estaban. Además, los individuos que practicaban la secuencia de ejercicios presentaban mayores cantidades de metabolitos.
De este modo, los autores señalan que el poder del ejercicio para aumentar el metabolismo se suma a sus efectos positivos, ya conocidos, sobre la presión arterial, la frecuencia cardíaca, el estado físico, el peso, la grasa y el indice de masa corporal.