Un estudio publicado en la revista 'Pediatric Obesity', tras el análisis realizado en la Universidad de Carolina en San Diego y la Universidad Nacional de México ha concluído que esperar 30 segundos, entre mordisco y mordisco, sería la clave para combatir la obesidad infantil.

Los expertos explican que esta técnica aprovecha la señal de saciedad que el sistema digestivo envía al cerebro y esta señal tarda aproximadamente 15 minutos.
aSÍ, los expertos observaron comer durante un año a dos grupos de jóvenes entre 6 y 17 años. 

Al primer grupo se le aplicó esta técnica, mientras que al segundo le comer libremente.  Después analizaron los resultados y pudieron comprobar que el primer grupo disminuyó entre un 3.4% y un 4.8% su peso, mientras que el segundo aumentó entre un 8.3% y un 12.6%.

Este mecanismo también puede ser utilizado en adultos que quieran disfrutar más de los sabores y texturas de sus comidas.