El médico de la Cátedra de Investigación del Sueño de la Universidad de Granada (UGR), Alejandro Guillén-Riquelme, ha asegurado que los niños que duermen menos y tienen peores condiciones de sueño pueden desarrollar problemas de exceso de peso como la obesidad.
Esto se debe, sobre todo, a que, al dormir poco, el pequeño presenta una mayor fatiga durante el día, por lo que puede vincularse con una menor actividad física y un mayor sedentarismo, hechos que agravarían la obesidad.
Esto afectara a la salud física y el desarrollo de los peques pero también a salud mental y podrán tener consecuencias en sus calificaciones académicas.
Además, el experto ha demostrado que existe una relación entre los trastornos de sueño y el aumento de apetito y ha afirmado que dormir menos horas de las recomendadas produce desequilibrios hormonales que generan un aumento del hambre, sobre todo de aquellos alimentos ricos en hidratos de carbono que presentan más calorías.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, ha advertido que el aumento de peso en la población mundial es un grave problema y que, al menos, unos 42 millones de niños padecen sobrepeso.
Por ello, desde la Cátedra de Investigación del Sueño de la UGR recomiendan establecer unas rutinas asociadas con irse a dormir, como un baño o un cuento, fijar siempre el mismo horario o acondicionar la habitación del niño para favorecer su descanso.
Una alimentación saludable, ejercicio físico moderado diario y dormir bien harán que vuestros hijos crezcan fuertes y sanos.