Desayunar es clave para garantizar que un niño consume suficientes micronutrientes. En concreto, y en comparación con los que desayunan todos los días, los investigadores percibieron que los que no lo hacen tienen más carencias de hierro, calcio, yodo o folato, entre otros.
Los datos de la encuesta, que se llevó a cabo entre 2008 y 2012, muestran que son los más adolescentes los que tienden a no desayunar, pero son estos los que tienen menos carencia nutricional. Por edades, vieron que el 6,5% de los niños de 4 a 10 años no desayunaban nunca y se eleva a un 27% en los menores de 11 a 18 años. Además concluyeron que las niñas eran más propensas a no desayunar, algo que también era más normal en familias con pocos ingresos.
En cuanto a la carencia de nutrientes, vieron que más del 30% de los que no desayunaban no consumieron suficiente hierro, también el 20% de los que no desayunaban no tenían niveles suficientes de calcio y yodo, y la falta de folfato era del 7%.
Además, la ingesta de grasa también aumentó cuando los menores no desayunaban, lo que demuestra que quizá tratan de compensar a lo largo del día el no haber desayunado.
Los expertos insisten en la importancia del desayuno en la infancia porque es fundamental para llevar una dieta saludable.