En España, el mayor número de casos, documentados en el último estudio epidemiológico 'Alergológica 2015', están relacionados con la mostaza y la pimienta de cualquier tipo.
Uno de los principales problemas que hay en torno a la alergia de alguna especia es su difícil detección, puesto que la legislación vigente no obliga a que los etiquetados tengan una correcta identificación de las especias que contiene un producto. De manera que, generalmente, se menciona el término genérico 'especias' sin llegar a enumerar cuáles son las que están incluidas.
Otra de las dificultades de este tipo de alergias reside en que su uso en forma de polvo seco hace que se dispersen en el ambiente, lo que facilita que se puedan comportan también como alérgenos ambientales por vía inhalatoria, además de las reacciones que causan por vía digestiva o cutánea.
Para su correcto diagnóstico, es necesario realizar una prueba médica y, después, comprobar los alimentos o cosméticos que contengan la especia en cuestión para evitar su consumo o uso.
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