Para educar a los niños en materia nutricional, es imprescindible inculcar desde muy pequeños hábitos saludables. Para ello, muchos padres utilizan libros como recurso para guiar a los pequeños y conseguir que superen los malos hábitos. Pero cuidado, por que no todas las publicaciones son adecuadas para los más pequeños.

Un artículo publicado en la revista 'Journal Of Nutrition Education and Behavior' pone de relieve las características de los mensajes que trasmiten estos libros de dibujos y las estretagias sobre alimentación que se utilizan.

"Los libros tenían mensajes positivos sobre buenos hábitos alimenticios que se comunicaban de maneras creativas, inteligentes y creíbles, preparados para niños, sin sermones y no contundentes, que es lo que los padres prefieren", ha explicado Oksana Matvienko, miembro de la Escuela de Kinesiología, Salud y Servicios Humanos de la Universidad del Norte de Iowa, Estados Unidos.

"Pero muchos libros interesantes aportan, sin embargo, diversas ideas improbables que no se alinenan con las pautas nutriconales compatibles con la ciencia", ha añadido.

Los resultados del análisis concluyeron que el 50% de los libros estudiados infundía un comportamiento alimenticio específico. El 21% inculcaba un estilo de vida concreto, el 20% instruía acerca de sensaciones relacionadas con los alimentos y el 9% educaba sobre los modales a la hora de sentarse a la mesa.

Algunas de estas publicaciones tenían mensajes claros y directos, mientras que otros dejaban cuestiones sin resolver y presentaban planteamientos opuestos.

Cierto es que los libros son una herramienta de aprendizaje imprescindible para un niño, pero cuando hablamos de hábitos alimenticios, es conveniente revisar primero la linea editorial de la publicación y poner atención a los mensajes que transmite.