Entre los resultados del estudio, destacan los siguientes:
–Hay una mayor proporción en el consumo diario de proteínas y de hidratos de carbono, y una menor proporción de lípidos totales, que se relacionan con un mayor índice de masa corporal, independientemente del consumo energético que se haga.
–El 95,9% de los niños consumieron proteínas por encima del doble de las recomendadas.
–El 70% de los niños tiene un buen seguimiento de la dieta mediterránea. Pese a ello, el porcentaje de consumo de comida rápida es elevado en estas edades tan tempranas: más de un 90% se alimenta una o más veces a la semana con este tipo de comidas.
–Las deficiencias observadas en los grupos de edad de 13-24 meses y 25-36 meses respectivamente fueron: vitamina D en más del 82%, vitamina E en más del 40%, ácido fólico en el 12,5% y 14,8%, respectivamente; calcio en el más del 6% y iodo en el 27,1% y 31%.
El estudio, que como se ve muestra una visión muy detallada de los patrones alimentarios de los niños menores de 3 años, concluye que "la promoción de una alimentación saludable debe centrarse en la corrección de los desequilibrios dietéticos detectados para favorecer la salud futura de los niños".
Una tarea ineludible, dado que las últimas investigaciones llevadas a cabo en todo el mundo demuestran que la nutrición en los mil primeros días del niño –desde su concepción hasta los dos años de edad- tiene un fuerte impacto en el riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad en años posteriores.
Tanto es así que, según informan desde la AEP, ya existen publicaciones que relacionan el exceso de proteínas con sobrepeso y obesidad en la infancia y, más concretamente, con un rebote adiposo precoz.
Después de conocerse esta realidad, desde la Asociación de Pediatría aseguran que "habrá que seguir investigando la manera de modificar hábitos que hagan que nuestros niños no padezcan sobrepeso y obesidad, reduciéndose así los riesgos de salud posteriores".
Según la AEP, Alsalma 2.0 es la "primera y única investigación en España" que se centra exclusivamente en analizar los hábitos nutricionales de los niños menores de 3 años para comparar los resultados obtenidos con las recomendaciones de consumo energético e ingesta de nutrientes.
En el estudio han participado 186 pediatras y 1.701 niños cuyas madres rellenaron un diario detallado en el que se recogían todos los alimentos ingeridos por sus hijos durante días no consecutivos. Expertos en nutrición analizaron estos cuestionarios dietéticos y cada alimento fue convertido en nutrientes, según tablas ya establecidas y estandarizadas. De esta forma se podía evaluar la cantidad de micro y macronutrientes ingeridos por estos niños.
Para que el estudio Alsalma 2.0 fuera representativo de la población infantil española de 0 a 3 años se realizó un cálculo para obtener una muestra significativa de población infantil con 4 grupos de edad analizados (0-6 meses, 6-12 meses, 12-24 meses y 24 a 36 meses), ya que las necesidades nutricionales son diferentes en cada uno de ellos. También se realizó un cálculo estimado de pediatras y niños por comunidad autónoma, de modo que también se puede conocer la realidad nutricional de cada región española.
La investigación ha estado coordinada por un comité de expertos en Nutrición y Pediatría formado por los doctores Vicente Varea, del Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona; Jaime Dalmau, del Hospital La Fe de Valencia; Ana Moráis, del Hospital la Paz de Madrid; Luis Peña, del Hospital Universitario Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria; María José Martínez, del Hospital Niño Jesús de Madrid; y Venancio Martínez, del Centro de Salud El Llano en Gijón (Asturias).
SEGÚN EL ESTUDIO ALSALMA 2.0
SEGÚN EL ESTUDIO ALSALMA 2.0
El 95% de los menores de 3 años consume el doble de proteínas de las recomendadas
La nutrición en los primeros años de vida es decisiva en el desarrollo futuro de sobrepeso y obesidad, La revista ‘Anales de Pediatría’ de la Asociación Española de Pediatría, AEP ha publicado el estudio 'Alsalma 2.0', un análisis cuantitativo realizado por un comité de expertos en Nutrición y Pediatría. El objetivo ha sido analizar los hábitos nutricionales de los niños menores de 3 años para comparar los resultados obtenidos con las recomendaciones de consumo energético e ingesta de nutrientes.