Un estudio, publicado en la revista 'Journal of Nutrition Education and Beahavior', ha destacado el potencial de los niños para influir en el consumo de alimentos y hábitos saludables en el hogar.
Para llevar a cabo este trabajo, se analizaron las aulas que impartían semanalmente un programa en dos estados del sur de Estados Unidos. El trabajo demostró que cuanto mayor era la influencia a la que los padres estaban expuestos por parte de sus hijos, mayores eran los cambios en la ingesta de frutas y verduras en el hogar.
La influencia de los niños, también conocida como 'el poder molesto' se está considerando cada vez más en relación con los hábitos nutricionales y los entornos con obesidad de los pequeños.