En la investigación se analizaron los casos de 5.711 niños desde su nacimiento hasta que cumplieron 6 años de edad, y tras esto se ha demostrado que el estilo de vida en la primera infancia está muy asociado con el inicio de la miopía.
Además, el equipo del estudio encontró que los niños miopes que pasaban menos tiempo al aire libre, tenían niveles más bajos de vitamina D y un mayor índice de masa corporal. También se asoció con la miopía a los niños con ascendencia no europea y con escasos recursos.
Los investigadores afirman que los padres pueden ayudar a prevenir la miopía teniendo a los niños fuera de casa durante unas 15 horas semanales y limitar el tiempo en casa a unos 45 minutos.