En los últimos años, la atención prenatal se ha enfocado en la manera en la que puede afectar la obesidad de la madre en su descendencia.
Muchas investigaciones y expertos advierten de que esta situación podría producir desórdenes en el metabolismo de los pequeños todavía faltan muchas investigaciones que así lo confirmen.
Ahora, un nuevo estudio ha llegado a la conclusión de que el vínculo entre el índice de masa corporal (IMC) de una mujer antes del embarazo y las características metabólicas de su bebé sí que está condicionado por los antecedentes familiares y el nivel socioeconómico.
Así, se descarta la hipótesis de que la asociación entre adiposidad materna y el metabolismo de los hijos se deba a una serie de mecanismos intrauterinos durante el período de gestación.
Para llegar a estas conclusiones, se analizaron a más de 5.000 familias.