El sobrepeso infantil y la obesidad en menores implican un aumento del riesgo de hipertensión arterial, y si no se reduce, puede dar lugar a distintas enfermedades cardiovasculares en la edad adulta, como adelanta un equipo de investigadores españoles.
Como aclaran los investigadores, una de las mayores dificultades a la hora de controlar este problema en menores se encuentra en “el mito de que el exceso de peso en los niños no tiene consecuencias”. En este punto, los autores del estudio destacan la importancia de que los padres fomenten el ejercicio físico entre los pequeños.
El estudio se ha basado en un análisis exhaustivo durante 2 años, de la presión arterial y el índice de masa corporal (IMC), en más de 1.700 niños de cuatro años. Los resultados de la investigación han demostrado que los pequeños que aumentaron de peso durante este tiempo, así como aquellos que se mantuvieron en un peso alto, sufrían un riesgo de hasta el 2,54 de presión arterial alta.
Este dato se incrementa todavía más entre los menores con obesidad abdominal, que presentaban un aumento del riesgo de 3,42, de hipertensión arterial. Por el contrario, quienes mantuvieron un peso saludable estable, e incluso quienes lograron perder el exceso de peso, no presentaban ningún problema relacionado con un aumento del riesgo de presión arterial alta.
Los responsables del estudio, en base a estas conclusiones, apuntan que el sobrepeso y la obesidad infantil implican un riesgo mayor de hipertensión arterial, y pueden derivar en enfermedades cardiovasculares en la edad adulta. Por otro lado, como destacan los investigadores, “los niños que vuelven a un peso normal también recuperan una presión arterial saludable”.