"Aunque es difícil reducir el tiempo en que están sentados para comer o llegar a la escuela, cambiar el ambiente de la clase para que pasen más tiempo en pie puede cambiar las cosas", apunta el estudio.

Minges destaca que reducir el sedentarismo entre la población infantil es de gran importancia porque esa inactividad física tiene mucho que ver con problemas como obesidad y diabetes, así como con baja autoestima. Para realizar el estudio, los investigadores tomaron a 337 participantes de entre 8 y 12 años que utilizaron un tiempo pupitres alzados para estar de pie.

El experimentó descubrió que los niños, que estaban de pie en clase, después seguían más activos y sin sentarse tras las clases.

En concreto, alrededor de un 3 % más que los niños que siempre permanecían sentados. Estos pupitres están configurados para ajustarse a la altura del alumno de pie y pueden configurarse también para sentarse de forma alternativa.